El Mundo María Fluxá
“Al final de su vida, con 88 años, Frank Lloyd Wright, el arquitecto estadounidense más influyente del siglo XX, aún recordaba “los bloques de madera de arce entre mis dedos”, tal y como escribió en su autobiografía. Se refería a los “regalos de Froebel” que su madre le compró siendo un niño en la exposición universal de Filadelfia, en 1876, para alentar su destino.”(more)