Informa Valencia Escritor del personal

“Durante décadas, la educación infantil ha estado impregnada del conductismo. Según esta corriente psicológica, los niños deben aprender que los buenos comportamientos se premian y los malos se castigan. Sin embargo, este sistema de premios y castigos no siempre es efectivo, pues puede hacer que los niños guíen sus comportamientos por las gratificaciones externas, lo cual significa que es más probable que desarrollen un locus de control externo en vez de regirse por una motivación intrínseca.”(more)