News Herald – Juliann Talkington
Cada cultura tiene un sistema educativo único.
En los EE.UU., los estudiantes participan en muchas actividades extra-curriculares y pasan mucho tiempo en aprender a socializarse. Como resultado, los niños estadounidenses son cómodos en una amplia variedad de situaciones. Sin embargo, muchos niños estadounidenses no desarrollan las habilidades científicas necesarias, de matemáticas, y de la comunicación para manejar las funciones básicas de trabajo. Como resultado, muchos niños estadounidenses están evitando acomodarse en las variedades normales, pero estos carecen de las habilidades necesarias para desarrollar soluciones innovadoras.
En China, Singapur y la India, los niños pasan muchas horas con los tutores en las aulas con el fin de construir una ventaja. A menudo, los niños tienen tiempo suficiente para jugar y socializarse aunque tienen poca flexibilidad para “pensar fuera de la caja”. Estas personas son muy buenas en; ciencia, matemáticas y habilidades de comunicación, pero por lo general carecen de la capacidad de innovación.
En Ecuador, Uruguay y México, la socialización es parte de la cultura y la presión académica es mucho menor de lo que se encuentra en muchas partes de Asia. A la mayoría de los estudiantes se le realizan un seguimiento cuando entran en la escuela secundaria. Los estudiantes que optan por la ciencia y las matemáticas, están generalmente mejor preparados académicamente que la mayoría de los niños de los EE.UU. Sin embargo, la exposición extracurricular es rara, ya que los niños de esa parte del mundo a menudo tienen dificultades para adaptarse a los rigores del lugar de trabajo.
A pesar de que para nosotros resulta fácil seguir educando a nuestros hijos dentro de nuestras normas culturales, no es sabio. En cambio, debemos aprender de otras culturas y adoptar enfoques efectivos procedentes de otros sistemas educativos para ofrecer a nuestros estudiantes una ventaja competitiva.
A medida que cambiamos, debemos tener cuidado de que las alteraciones tengan sentido. Por ejemplo, algunos países asiáticos están discutiendo la reducción de las expectativas de competencia sometidas a materia con un esfuerzo por mejorar la creatividad. A primera vista, este cambio tiene sentido, sin embargo, los EE.UU. está demostrando que bajo dominio del tema hace que la innovación sea desafiante. En cambio, sería mejor utilizar un K-12 en la creatividad del currículum para enseñar a los estudiantes cómo aplicar e integrar su experiencia en temas concretos de una forma única y no convencionales.
Además, sería poco inteligente crear una cultura donde los jóvenes pasen todo su tiempo de trabajo en obtener una ventaja académica, a expensas de la socialización y la exposición no académica, ya que esto también podría ahogar la creatividad y la innovación.
Crear el mejor ambiente educativo para nuestros hijos no es fácil. Se requiere la confianza necesaria para romper las barreras culturales y la flexibilidad de “pensar fuera de la caja”.
Juliann Talkington, fundadora de la Escuela Internacional Renaissance, (www.rschoolgroup.org). Para más información, puede ponerse en contacto a través de jtalkington@rschoolgroup.org o al 850-873-6981.