News Herald – Juliann Talkington
Los investigadores ahora dicen que la base para lograr el éxito, se construye entre el nacimiento y el tiempo que un niño llega a la pubertad.
Las mentes de los bebés son como pizarras abiertas, llenas de billones de conexiones que se utilizan bien y luego perfeccionado o no son utilizados y desechados. Los expertos, como el Dr. Elliot Lise de la Escuela de Medicina de Chicago, creen que las conexiones no utilizadas son eliminadas en la pubertad.
Como resultado de ello, es fundamental que los niños pequeños utilicen la mayor cantidad de su cerebro como sea posible.
En otras palabras, tienen que desarrollar tanto su coeficiente intelectual (cociente de inteligencia) como su EQ (cociente emocional). IQ es la capacidad cognitiva de una persona. EQ es la auto-motivación, la conciencia de las emociones de uno y la capacidad de controlarlas, entender las emociones de los demás y las habilidades de la relación.
En 1995, Daniel Goleman, psicólogo educativo de Harvard y autor, escribió que el EQ era mucho más importante que el coeficiente intelectual. Sin embargo, a mediados de 1990, el mundo era un lugar muy diferente de lo que es hoy. El Internet estaba en su infancia y todavía era lento para el acceso y el intercambio de datos e información.
Un avance rápido hasta el 2009. Ahora hay tanta información disponible, que no es posible procesar todo. Y no es raro que las personas que viven en Asia, Europa y EE.UU. trabajen juntos, de forma remota.
Como resultado, el coeficiente intelectual se ha convertido mucho más importante. Ahora es muy fácil que una empresa contrate a alguien de la India, aun que este viva lejos de la empresa. Por lo tanto, para lograr el éxito, es imprescindible que los jóvenes no sólo aprendan a interactuar con otros niños y adultos, sino que también tengan una buena comprensión de las matemáticas, la ciencia, las artes, la lengua y la cultura.
Así que ¿cómo puede mejorar el EQ y el coeficiente intelectual de su hijo desde el nacimiento hasta la pubertad?
Se necesita una combinación de esfuerzos tanto del hogar como de la escuela. Una buena escuela puede ayudar al coeficiente intelectual y muchos temas de EQ, proporcionando la exposición a los temas y oportunidades académicas avanzadas para que los niños interactúan con los demás.
Sin embargo, para que un niño desarrolle plenamente su coeficiente intelectual y EQ, debe haber un refuerzo en casa. Los padres deben establecer expectativas y límites y enseñar a sus hijos a auto-motivarse. Ellos necesitan reforzar las normas de conducta necesarias para el éxito en el aula y en la vida. Y, por último, los padres tienen que encontrar la manera de exponer a sus hijos a las cosas nuevas y diferentes.
Juliann Talkington, fundadora de la Escuela Internacional Renaissance, (www.rschoolgroup.org). Para más información, puede ponerse en contacto a través de jtalkington@rschoolgroup.org o al 850-873-6981.