News Herald – Juliann Talkington
Con los canales de noticias 24 horas e Internet llegó la “cadena del corazón”, noticias, intoxicaciones y enfermedades médicas graves de actividades comunes, así como la opinión “experta” en temas de salud, educación y seguridad. Combine este aluvión de información con una generación de padres ocupados que esperaron más tiempo para casarse y tener menos hijos y tener un terreno fértil para la paranoia.
Esta paranoia ha llevado a los “súper padres” a querer un mundo perfecto para sus hijos. Estos son los padres que quieren webcams en las aulas, se quejan del acoso si hay un desacuerdo en el patio y se niegan a dejar que sus hijos vayan en bicicleta, ya que pueden tener problemas de rodilla. Estos son también los padres que van a hacer los deberes para sus hijos, se quejan cuando su hijo recibe un merecido “C” y creen que el mal comportamiento de su hijo es culpa del profesor.
Afortunadamente hay una metamorfosis en curso que parece querer deshacer la “locura” de la sobreprotección y sobre la inversión de los padres. El nuevo movimiento tiene muchos nombres: crianza lenta, crianza de corral y crianza de humildad. El mensaje es el mismo. Menos intromisión es mejor y el fracaso puede ser útil. Si los padres quieren que sus hijos tengan éxito tienen que aprender a saber cuándo dejar ir a sus hijos.
A principios de 2008, Lenore Skenazy, periodista del New York Sun, generó controversia cuando ella dejó con 9 años de edad, viajar a su hijo solo en el metro de Nueva York. El periódico escribió sobre el evento de diálogo sobre lo que constituye un riesgo razonable.
En un reciente artículo del New York Times, Nancy Gibbs sostiene que hemos perdido nuestra capacidad para evaluar el riesgo. Jamás habrá reportes si un niño es envenenado por una entrega de dulces contaminados por un extraño en Halloween y las probabilidades de ser secuestrado y asesinado por un desconocido están cerca de 1 entre 1,5 millones. Sin embargo, no tenemos temores acerca de la conducción de nuestro hijo a la escuela cuando las probabilidades de morir en un accidente de automóvil son aproximadamente 1 entre 100. La Sra. Gibbs afirma que, “para tener que preocuparse por las cosas equivocadas, debemos hacer un daño real a nuestros hijos, elevando que estén ansiosos y poco audaces”.
Según Barbara Minton, psicóloga y autora menciona que, “Los niños necesitan ser guiados y protegidos. Pero esto no significa que los niños deban de ser mimados”.
En lugar de una crianza efectiva, se requiere un equilibrio entre lo emocional y la ciencia y la voluntad de dejar ir al niño para que pueda aprender y crecer.
Juliann Talkington, fundadora de la Escuela Internacional Renaissance, (www.rschoolgroup.org). Para más información, puede ponerse en contacto a través de jtalkington@rschoolgroup.org o al 850-873-6981.