El País Ana Camarero
“Es una pena que no se pueda recuperar el tiempo perdido. Si volviera otra vez a mi niñez disfrutaría de mis abuelos, mucho más. Añoro los momentos vividos junto a ellos. Los fines de semana eran “de los abuelos”. La visita a los paternos solía producirse los domingos por la mañana. Recuerdo que junto a mi hermano siempre nos escabullíamos hasta la cocina, mientras mi abuela Trini hablaba con mi padre, para abrir, sin que nadie nos escuchara, la puerta de la nevera donde aguardaba un bote de leche condensada colocado estratégicamente que mi hermano degustaba con avidez.”(more)