El País Ana M. Long

La familia representa estar ahí en los buenos y malos momentos. Sin embargo, el estar tanto tiempo juntos, sin salir de casa, puede provocar discusiones frecuentes. La convivencia no es sencilla y aunque quieras a tu pareja e hijos, hay condicionantes que perturban la armonía diaria. Esto no quiere decir que resulte negativo debatir o exponer la falta de acuerdo ante algo, pero existen matices. “En nuestras terapias ayudamos a que las personas enfoquen sus problemas exponiendo cómo se han sentido respecto a algo por parte del otro, en lugar de quejarse en modo de crítica, y empatizar. El conflicto es parte del comportamiento social y puede dirigirse hacia algo destructivo o o lograr fines positivos”, afirma Julio A. Díaz, psicólogo en el gabinete Con Psicología, Ourense.”(more)