Abc Laura Peraita
«Pon la mesa, por favor», «qué pongas la mesa», «te he dicho ¡que pongas la mesa!», «¡¡¡¡pon la mesa de una vez!!!!». Hay hogares en los que de vez en cuando a los padres se les escapa algún grito dirigido a sus hijos con la firme intención de que hagan algo que se les ha ordenado. Para compensar la frustración de ese elevado tono de voz intentan después compensarlo con algún abrazo o premio.”(more)