The New York Times Connie Chang

Varias semanas después del inicio del nuevo año escolar, estaba sentada en la oficina de mi casa cuando escuché una serie de pitidos que salían de mi teléfono. Como muchos padres con niños involucrados en el aprendizaje a distancia, lo había configurado para que me avisara cuando sus profesores publicaran una nueva tarea o modificaran el horario del día.”(more)