El País Estefanía Grijota

“Lo que un hombre hace a lo largo de su vida tiene un impacto en su semen, y esos cambios pueden conferir cierto riesgo a su descendencia. Malos hábitos como el sedentarismo, fumar o comer mal, pueden tener sus consecuencias en la propia salud y en la de los futuros hijos. Esta es la principal conclusión de un estudio publicado recientemente por los National Institutes of Health que evidencia que, a medida que los espermatozoides atraviesan el sistema reproductor masculino, desechan y adquieren una carga no genética que altera a los espermatozoides antes de la eyaculación, y que estas modificaciones no solo transmiten el estado actual de bienestar del padre, sino que también puede tener consecuencias drásticas en la viabilidad de sus futuros hijos.”(more)