El País Adrián Cordellat

El martes 10 de marzo, tras el anuncio del cierre de los colegios en Madrid, mi familia y yo decidimos confinamos en casa, adelantándonos a la declaración del estado de alarma que llegaría varios días después. Tras una semana de encierro, fui a comprar al Mercadona porque se nos acababan las provisiones de alimentos. Una vez allí, me sorprendió el contraste entre lo que veía y lo que había vivido una semana antes.”(more)