El País J. R.
Una casa es un mundo abierto para cualquier niño. Y las cosas más comunes, cajas de zapatos, cubos de basura o revistas viejas, objetos llenos de misterio y posibilidades. Es en el hogar donde cristalizarán sus primeros hábitos y costumbres. Los medioambientales no son una excepción. “La casa es la fuente principal de aprendizaje social, donde los niños van a ver e imitar conductas positivas”, afirma Amaya Prado, psicóloga educativa del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. ¿Cómo aprenden los niños a ser ecológicos? ¿Y qué pueden aprender los padres de ellos?”(more)