Abc A. Martínez

Nadie sabe nada. Nadie concreta nada. Y nadie anuncia nada. Esta es la inquietante realidad en la que se encuentran numerosas familias, para quien la «desescalada» está siendo más complicada que el confinamiento. Y es que a medida que se van suavizando las restricciones del estado de alarma, la sociedad empieza a recobrar cierta «normalidad». Muchos progenitores ven cómo sus ERTE finalizan, otros empiezan a recibir avisos de sus empresas de que en breve tendrán que regresar a la oficina y dejar de teletrabajar, etc. «¿Y qué hago con los niños que siguen sin ir al colegio?», se preguntan muchos.”(more)